Memoria Celular

Memoria Celular

Antonia Regalado-ante todo me considero una apasionada de la transformación interior, y por eso me he dedicado a la exploración y experimentación de diversas aproximaciones al ser humano.

Otra de las herramientas que pongo al servicio de los consultantes en mi práctica terapéutica es la “Memoria Corporal”.

Lo que nos sucede hoy está en cada célula de nuestro cuerpo. El cerebro no es el único lugar donde guardamos información, todas nuestras células tienen memoria.

La programación cultural también está grabada, es guardada en forma de patrones vibratorios que conforman el campo energético celular que le da vida a la célula. Toda célula es en definitiva una onda de energía vibratoria; es un paquete de información que se comportará tal y como haya sido programado.

La “resonancia celular” es un patrón inconsciente en acción, que manifiesta externamente la realidad con la que estamos resonando internamente. Por eso es vital tomar conciencia de cómo actúa la energía en el cuerpo, cómo esa energía nos apoya o no, y lo que pasa, cuando fluye y cuando no lo hace.

Es importante desaprender el paradigma de desconexión con el cuerpo porque la sanación, la transformación y el empoderamiento suceden a través de este.

La toxicidad emocional se da cuando negamos lo que sentimos. Lo que no hemos sentido conscientemente genera una contracción energética, y solo está esperando ser sentido. Las sensaciones físicas están conectadas a emociones -las emociones son energías en movimiento. Nuestras células están diseñadas para dos procesos fundamentales: -crececimiento-expansión, y -contracción-protección, y como no tenemos educación emocional, no sabemos qué hacer con lo que sentimos y: a) Lo suprimimos (debilitándonos y enfermándonos), b) Lo expresamos sin saber cómo hacerlo (a riesgo de deteriorar nuestras relaciones). Pero ninguna de estas dos opciones logra transformar la carga, porque si recreo drama mental sin estar presente en el cuerpo, no se da la transformación de la carga energética. Y generalmente la manera como lidiamos con las emociones resulta peor.
La propuesta es hacer aquello que no hemos hecho: c) Aprender a sentir a conciencia nuestras emociones, sensaciones y sentimientos, con todo nuestro Ser. ESO SÍ ES TRANSFORMADOR. Las emociones son mensajes y si los trato de ignorar me persiguen. Si dejamos a un lado lo racional, y nos damos el permiso de sentir nuestro cuerpo y sus sensaciones, podemos percibir los bloqueos. Al Permitir el estado de presencia (con la atención consciente), toda la energía contraída comienza a moverse. Nosotros al igual que las células, estamos diseñados para vivir en estado de expansión, de comunicación, de compartir. De manera que no sentir, significa generar enfermedades, agotamiento, estrés, falta de energía, e insatisfacción. Si no volvemos a encontrar el sentir, no vamos a recobrar el disfrute y la felicidad.

¡Démosle permiso a nuestra biología para equilibrarse, ella sabe cómo!

Te invito a leer este poema, también puedes escucharlo en audio

MI CUERPO HABLA Y ME DICE

“Solo quiero que me veas,

que liberes mi presencia.

Solo pido que me sientas,

para volver a tu esencia.

Escúchame estoy aquí.

Oye mis sonidos que también son canción.

Si me escuchas,

puedo darte un concierto con todo mi amor.

A veces no me notas,

pero siempre estoy ahí.

Hablo con mil voces,

susurros también salen de mí.

¿Por qué te asustas?

¿Por qué me niegas?

Si mi canto te hará despertar

y juntos podremos bailar.

¡Vamos a la gran fiesta!

Pero la puerta no es tu cabeza,

Para entrar, al cuerpo hay que ir,

y con los cinco sentidos permitirte sentir.

¿Sabes? Yo soy el puente entre tú y la experiencia.

¡Pero cuánto me has negado!

Caminas sobre mí mirando siempre a otro lado.

Transítame …pero ahora hazlo amando”.

Antonia Regalado G

Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana

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