Ego, a veces te veo y cuando no lo hago me pierdo.

Sé que solo cumples tu función, como lo hace todo en la creación.

Me seduces con tu encanto pero ante él, no queda sino llanto.

Que no espanto, ni con el canto y triste quedo sin descanso.

Ego, te veo. Ego a veces te veo.

Eres hábil, posees destreza. El estratega de la maleza.

El impostor de la grandeza, que solo habla de proezas

A ti hay que tratarte de “Don” y darte siempre la razón.

Para crecer y crecer, pues el más alto quieres ser.

Ego, te veo. Ego, te veo.

Quieres aplausos cuando se abre el telón y logras siempre tu mejor función.

Como el actor que nos mueve la emoción, cuando suplanta con tesón.

A veces creo que eres yo y logras confundirme.

Me dejo conquistar y consigo herirme.

¡Pero a tus pies no quiero más rendirme!

Ego, te veo. Ego, hoy sí te veo.

Quiero verte una y otra vez, hasta que logres desaparecer.

Es el juego de mirarte, hasta de mi vida retirarte.

Para desearte buen viaje, solo tengo que integrarte,

hasta que de solo observarte, seas tú el que se marche.

Ego, te veo

Ego, te veo, a veces te veo y cuando no lo hago me pierdo.

Ego, hoy sí te veo.

Ego, te veo

Antonia Regalado G